Las mascarillas deben utilizarse como parte de una estrategia integral de medidas para suprimir la transmisión y salvar vidas; el uso de una mascarilla por sí sola no basta para proporcionar una protección adecuada contra la COVID-19.
Si la COVID-19 se propaga en su comunidad, cuídese adoptando algunas precauciones sencillas, por ejemplo, manteniendo el distanciamiento físico, llevando mascarilla, ventilando bien las habitaciones, evitando las aglomeraciones, lavándose las manos y cubriéndose la boca y la nariz con el codo flexionado o con un pañuelo al toser. Consulte las recomendaciones de su lugar de residencia y trabajo. Todas las medidas son necesarias.
Convierta el uso de la mascarilla en una parte normal de su interacción con otras personas. Para que sean lo más eficaces posibles, es esencial utilizar, guardar, limpiar y eliminar las mascarillas correctamente.
Indicaciones básicas sobre la manera de ponerse la mascarilla:
- Lávese las manos antes de ponerse la mascarilla, y también antes y después de quitársela, y cada vez que la toque
- Compruebe que le cubre la nariz, la boca y el mentón.
- Cuando se quite la mascarilla, guárdela en una bolsa de plástico limpia; si es de tela lávela cada día y si es una mascarilla médica, tírela a un cubo de basura.
- No utilice mascarillas con válvulas.
""Organización Mundial de la Salud""
¿Qué es la COVID-19?
La COVID-19 es la enfermedad causada por el nuevo coronavirus conocido como SARS-CoV-2. La OMS tuvo noticia por primera vez de la existencia de este nuevo virus el 31 de diciembre de 2019, al ser informada de un grupo de casos de «neumonía vírica» que se habían declarado en Wuhan (República Popular China).
Los síntomas más habituales de la COVID-19 son:
- Fiebre
- Tos seca
- Cansancio
Otros síntomas menos frecuentes y que pueden afectan a algunos pacientes:
- Pérdida del gusto o el olfato
- Congestión nasal
- Conjuntivitis (enrojecimiento ocular)
- Dolor de garganta
- Dolor de cabeza
- Dolores musculares o articulares
- Diferentes tipos de erupciones cutáneas
- Náuseas o vómitos
- Diarrea
- Escalofríos o vértigo
Entre los síntomas de un cuadro grave de la COVID-19 se incluyen:
- Pérdida de apetito
- Confusión
- Dolor u opresión persistente en el pecho
- Temperatura alta (por encima de los 38° C)
Otros síntomas menos frecuentes:
- Ansiedad
- Depresión
- Trastornos del sueño
- Complicaciones neurológicas más graves y raras, como accidentes cerebrovasculares, inflamación del cerebro, estado delirante y lesiones neurales.
Las personas de cualquier edad que tengan fiebre o tos y además respiren con dificultad, sientan dolor u opresión en el pecho o tengan dificultades para hablar o moverse deben solicitar atención médica inmediatamente. De ser posible, llame con antelación a su dispensador de atención de salud, al teléfono de asistencia o al centro de salud para que puedan indicarle el dispensario adecuado
¿Qué ocurre a las personas que contraen la COVID-19?
Entre las personas que desarrollan síntomas, la mayoría (alrededor del 80%) se recuperan de la enfermedad sin necesidad de recibir tratamiento hospitalario. Alrededor del 15% desarrollan una enfermedad grave y requieren oxígeno y el 5% llegan a un estado crítico y precisan cuidados intensivos
Entre las complicaciones que pueden llevar a la muerte se encuentran la insuficiencia respiratoria, el síndrome de dificultad respiratoria aguda, la septicemia y el choque septicémico, la tromboembolia y/o la insuficiencia multiorgánica, incluidas las lesiones cardíacas, hepáticas y renales.
Rara vez, los niños pueden manifestar un síndrome inflamatorio grave unas semanas después de la infección.
¿Quién corre mayor riesgo de presentar un cuadro grave de COVID-19?
Las personas de más de 60 años y las que padecen afecciones médicas subyacentes, como hipertensión arterial, problemas cardíacos o pulmonares, diabetes, obesidad o cáncer, corren un mayor riesgo de presentar cuadros graves.
Sin embargo, cualquier persona, a cualquier edad, puede enfermar de COVID-19 y presentar un cuadro grave o morir.
Protéjase adoptando algunas precauciones sencillas, como mantener el distanciamiento físico; utilizar mascarilla, especialmente cuando no se pueda mantener el distanciamiento; mantener las habitaciones bien ventiladas; evitar las aglomeraciones y el contacto estrecho con otras personas; lavarse las manos de forma periódica; y toser cubriéndose con el codo flexionado o con un pañuelo. Consulte las recomendaciones que se den a nivel local en su lugar de residencia y trabajo. ¡Hágalo todo!
¿Cuándo debería hacerme una prueba de la COVID-19?
Todas las personas que presenten síntomas deben hacerse la prueba, en la medida de lo posible. Las personas que sean asintomáticas pero que hayan estado en contacto estrecho con alguien que esté o pueda estar infectado también pueden considerar la posibilidad de hacerse la prueba; consulte las directrices sanitarias locales y siga sus indicaciones.
capacidad de realizar pruebas es limitada, las pruebas deberían reservarse en primer lugar para quienes corren mayor riesgo de infección, como el personal de salud, y las personas con mayor riesgo de presentar un cuadro grave, como las personas mayores, especialmente las que viven en residencias de mayores o en centros de atención de larga estancia.
¿Qué pruebas debería hacerme si tengo la COVID-19?
En la mayoría de los casos se utiliza una prueba molecular para detectar el SARS-CoV-2 y confirmar la infección. La prueba molecular más frecuentemente utilizada es la de la reacción en cadena de la polimerasa (RCP). Las muestras se recogen en la nariz o la garganta con un hisopo. Las pruebas moleculares detectan el virus en la muestra amplificando su material genético hasta niveles que permiten su detección. Por ello, las pruebas moleculares se utilizan para confirmar una infección activa, por lo general a los pocos días de la exposición y en torno al momento en que puede que empiecen los síntomas.
¿Y las pruebas rápidas?
Las pruebas rápidas de antígenos (a veces llamadas pruebas de diagnóstico rápido) detectan las proteínas del virus (conocidas como antígenos). Las muestras se recogen en la nariz o la garganta con un hisopo. Estas pruebas son más económicas que las de PCR y ofrecen los resultados con más rapidez, aunque por lo general son menos precisas. Estas pruebas funcionan mejor cuando hay más virus circulando en la comunidad y cuando las muestras se toman de un sujeto que se encuentra en la fase más infecciosa de la enfermedad.
Quiero saber si he tenido COVID-19 en el pasado, ¿qué prueba debería hacerme?
tenido síntomas. También conocidas como pruebas serológicas, por lo general se realizan a partir de una muestra de sangre y detectan los anticuerpos que se han generado en respuesta a una infección. En la mayoría de las personas, los anticuerpos empiezan a desarrollarse al cabo de días o semanas, y pueden indicar si una persona ha estado infectada en el pasado. Las pruebas de anticuerpos no pueden utilizarse para diagnosticar la COVID-19 en las primeras etapas de la infección o la enfermedad, pero pueden indicar si alguien ha tenido la enfermedad en el pasado.
¿Qué debo hacer si he estado en contacto estrecho con alguien que tiene COVID 19?
Si ha estado expuesto a alguien con COVID-19, puede que se haya infectado, aunque se encuentre bien.
Tras la exposición a alguien que tiene la COVID-19, tome las siguientes medidas:
- Llame por teléfono a su dispensador de atención de salud o al teléfono de asistencia contra la COVID-19 para averiguar dónde y cuándo hacerse una prueba.
- Coopere con los procedimientos de rastreo de contactos para interrumpir la propagación del virus.
- Si no hay pruebas disponibles, quédese en casa y sin contacto con otras personas durante 14 días.
- Durante este tiempo, no vaya al trabajo, a la escuela ni a lugares públicos. Pida a alguien que le traiga las provisiones.
- Manténgase al menos a un metro de distancia de los demás, incluso de los miembros de su familia.
- Utilice una mascarilla médica para proteger a otras personas, en particular si necesita buscar atención médica.
- Lávese las manos frecuentemente.
- Permanezca en una habitación separada de otros familiares; si ello no es posible, utilice una mascarilla médica.
- Mantenga la habitación bien ventilada.
- Si comparte habitación, coloque las camas al menos a un metro de distancia.
- Controle sus síntomas durante al menos 14 días.
- Permanezca positivo manteniéndose en contacto con sus seres queridos por teléfono o internet, y haciendo ejercicio en casa.